Saqsaywuaman en el incanato fue una Real Casa del Sol, así informan los siguientes cronistas:
Garcilaso de la Vega, que expresa que fueron los españoles los que llamaron al conjunto "fortaleza" por la existencia de bastiones, depósitos de alimentos y su colosal ubicación, pero que los cusqueños desde sus antepasados sabían que el complejo arquitectónico era una Real Casa del Sol.
En el Capítulo VI, del Libro Sétimo, de los Comentarios Reales, se lee:
Garcilaso de la Vega, que expresa que fueron los españoles los que llamaron al conjunto "fortaleza" por la existencia de bastiones, depósitos de alimentos y su colosal ubicación, pero que los cusqueños desde sus antepasados sabían que el complejo arquitectónico era una Real Casa del Sol.
En el Capítulo VI, del Libro Sétimo, de los Comentarios Reales, se lee:
"…salía de la fortaleza un inca de sangre real como mensajero del Sol. . . salía de la fortaleza y no del Templo del Sol, porque decían que era un mensajero de guerra y no de paz, que la fortaleza era Casa del Sol…”
En otra parte dice:
En otra parte dice:"Al segundo torreón llamaron Pauqarmarka y al tercero Sallacmarca, ambos eran cuadrados y tenían muchos aposentos para los soldados nobles, porque los de otras naciones no podían entrar en la fortaleza, PORQUE ERA CASA DEL SOL, de armas y de guerra, y al mismo tiempo TEMPLO DE ORACIÓN Y DE SACRIFICIOS". (La mayúscula es nuestra).
Pedro de Cieza de León, dice en el Capítulo LI de su libro "El Señorío de los Incas", que al norte de la ciudad del Cusco, en un collado, se ubicaba la Real Casa del Sol, indudablemente que se refiere a Saqsaywuaman, y que fue Inca Yupanqui (se trata de Pachacutec) el rey que determinó hacer esta Real Casa del Sol, que sobrepujara al Koricancha, y puso en ella todas las cosas que existían (armas, ropas, adornos, etc.); agrega que la obra era tan soberbia "que si hasta hoy durara su monarquía no estuviera acabada"; y que mandó aquel inca que de provincias llegaran a Cusco, veinte mil hombres con bastimento necesario, renovables cada cierto tiempo, para construir aquella obra, los trabajadores estaban controlados por veedores, y que esta.Real Casa del Sol, era denominada por los españoles "fortaleza".
Antonio de Herrera, en la Década V, Libro Tercero, Capítulo XIII, dice que Inca Yupanqui, quiso hacer otra Casa del Sol, mayor que las demás, y poner en ella gran riqueza de oro, plata, ropa, armas y todo cuanto convenía, y llamó de provincias veinte mil hombres con sus bastimentos, hombres que se juntaban cada cierto tiempo, e hicieron la Casa del Sol "que los españoles llaman fortaleza". Agrega el cronista, que el conjunto era la más soberbia obra del mundo.
Martín de Murua, en el título *que dice "Descripción de la ciudad del Cuzco" de su obra HISTORIA DE LOS INCAS REYES DEL PERÚ, se refiere a Saqsaywuaman con profunda admiración, y expresa:
"En una colina alta que hace eminencia, a la parroquia de San Cristóbal, está la fortaleza, soberbia fábrica y que remeda algo a la puente de Segovia. Los muros son de piedras tan grandes y tan bien ajustadas unas con otras, que parece obra de gigantes, o una muralla más de la naturaleza que del arte, FUE DEDICADA AL PRINCIPIO PARA CASA DEL SOL, y en este tiempo sólo sirve de testigo de su ruina. Emprendió esta máquina Pachacutec Inga Yupanqui, décimo monarca de este imperio".
El Obispo Juan Alonso Ocón, ya a mediados del siglo XVII, reprodujo los conceptos del padre Martín de Murua. Se tiene que el Rey de España con la opinión del Real Consejo de Indias, en Madrid, a ocho de noviembre de 1648, ordenó que sus virreyes, presidentes, gobernadores y obispos de las colonias., informasen a la corona sobre los sucesos más importantes, respecto a sus dominios extra continentales. El obispo del Cusco Juan Alonso Ocón, cumplió con el mandato real, y elevó informe a España, haciendo suyos los conceptos de Murua, esto es, reproduciendo textualmente párrafos de la obra del cronista mercedario, y por tanto señalando que Saqsaywuaman "fue dedicada al principio PARA CASA DEL SOL".
Pedro de Cieza de León, dice en el Capítulo LI de su libro "El Señorío de los Incas", que al norte de la ciudad del Cusco, en un collado, se ubicaba la Real Casa del Sol, indudablemente que se refiere a Saqsaywuaman, y que fue Inca Yupanqui (se trata de Pachacutec) el rey que determinó hacer esta Real Casa del Sol, que sobrepujara al Koricancha, y puso en ella todas las cosas que existían (armas, ropas, adornos, etc.); agrega que la obra era tan soberbia "que si hasta hoy durara su monarquía no estuviera acabada"; y que mandó aquel inca que de provincias llegaran a Cusco, veinte mil hombres con bastimento necesario, renovables cada cierto tiempo, para construir aquella obra, los trabajadores estaban controlados por veedores, y que esta.Real Casa del Sol, era denominada por los españoles "fortaleza".
Antonio de Herrera, en la Década V, Libro Tercero, Capítulo XIII, dice que Inca Yupanqui, quiso hacer otra Casa del Sol, mayor que las demás, y poner en ella gran riqueza de oro, plata, ropa, armas y todo cuanto convenía, y llamó de provincias veinte mil hombres con sus bastimentos, hombres que se juntaban cada cierto tiempo, e hicieron la Casa del Sol "que los españoles llaman fortaleza". Agrega el cronista, que el conjunto era la más soberbia obra del mundo.
Martín de Murua, en el título *que dice "Descripción de la ciudad del Cuzco" de su obra HISTORIA DE LOS INCAS REYES DEL PERÚ, se refiere a Saqsaywuaman con profunda admiración, y expresa:
"En una colina alta que hace eminencia, a la parroquia de San Cristóbal, está la fortaleza, soberbia fábrica y que remeda algo a la puente de Segovia. Los muros son de piedras tan grandes y tan bien ajustadas unas con otras, que parece obra de gigantes, o una muralla más de la naturaleza que del arte, FUE DEDICADA AL PRINCIPIO PARA CASA DEL SOL, y en este tiempo sólo sirve de testigo de su ruina. Emprendió esta máquina Pachacutec Inga Yupanqui, décimo monarca de este imperio".
El Obispo Juan Alonso Ocón, ya a mediados del siglo XVII, reprodujo los conceptos del padre Martín de Murua. Se tiene que el Rey de España con la opinión del Real Consejo de Indias, en Madrid, a ocho de noviembre de 1648, ordenó que sus virreyes, presidentes, gobernadores y obispos de las colonias., informasen a la corona sobre los sucesos más importantes, respecto a sus dominios extra continentales. El obispo del Cusco Juan Alonso Ocón, cumplió con el mandato real, y elevó informe a España, haciendo suyos los conceptos de Murua, esto es, reproduciendo textualmente párrafos de la obra del cronista mercedario, y por tanto señalando que Saqsaywuaman "fue dedicada al principio PARA CASA DEL SOL".
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